EL NEGOCIO DE LOS CARACOLES

Cría de caracoles negocio multimillonario


¿Qué es la helicicultura?

La helicicultura es la cría a ciclo biológico completo de caracoles comestibles terrestres, en criaderos abiertos, naturales, o cerrados. En Latinoamérica el desarrollo de la actividad es incipiente por desconocimientos. En Europa su producción es inmensamente colosal, sin embargo no alcanza a cubrir sus requerimientos su demanda es muy grande.

Se calcula que el consumo mundial actual de caracoles comestibles terrestres sobrepasa las 300 mil toneladas que son 300.000.000 de kilos, según algunos estudios, se estima que en los próximos años esa demanda se multiplicará por cinco, es decir que pasará a ser de 1.500.000 toneladas. La cifra no es nada despreciable por lo que puede aprovecharse esa circunstancia para la instalación de nuevos criaderos en Venezuela que cuenta con grandes ventajas.

Esta actividad, puede ser desarrollada a nivel industrial en la producción de proteínas y harinas, bien para consumo humano o animal, mejorando la dieta y la economía del hogar.

El consumo.

Francia es el principal consumidor del mundo. Posee una demanda que supera las 50.000 toneladas anuales, y para satisfacer los requerimientos del mercado doméstico debe recurrir a la importación. Italia también importa un 50% de las 12.000 toneladas que consume por año. España, por su parte, compra a terceros países 4.000 toneladas por año. Entre los principales exportadores se destacan Yugoslavia, Turquía y Marruecos.En América latina existen tres países dedicados al comercio internacional: Chile, Perú y Argentina. Brasil sólo produce para su mercado doméstico. Las exportaciones, en tanto, no superan las 15 toneladas por año en todos estos países, aunque la demanda real ascendería por lo menos a 50 toneladas. Hasta ahora el comercio tiene su origen en la recolección silvestre, lo que por un lado impide la generación de volúmenes importantes y por otro, supedita el negocio a los vaivenes climáticos, algunas enfermedades o la mala información en muchos casos. En Venezuela están dadas las condiciones para estos nuevos negocios, ya que disponemos de un ambiente favorable, alimento barato disponible para los caracoles, solo hay que establecer controles sanitarios e información en favor de su desarrollo en nuevas ideas y negocios. Tenemos un caso hoy en día con el caracol africano (Achatina fulica) que podemos aprovechar su potencial económico, ya que los campesinos serian los beneficiados evitando su propagación en los cultivos, con buenos controles fitosanitarios. El caracol de tierra es un molusco gasterópodo que encontramos en estado silvestre en jardines, campos con vegetación, debajo de las piedras, plantas y también en paredes medianeras de casas. Sin embargo debido al bajísimo grado de explotación para consumo interno de su carne en nuestro país, no estamos al tanto de su anatomía ni ciclo de vida, pasando a ser un “conocido sin conocer”.

Con respecto a su reproducción, es “hermafrodita insuficiente”, es decir que, aunque posee ambos sexos (producen tanto espermatozoides como óvulos), no pueden autofecundarse y deben aparearse entre dos adultos. Están equipados de un pene y del órgano receptivo correspondiente. De cada pareja fecundada se obtiene un doble desove. El acoplamiento y el desove, ocurre generalmente dos y cuatro veces por año. La cantidad de huevos y sus tamaños dependen de la especie y a las condiciones ambientales del genero y de la especie. En este caso, los del genero “Hélix”, ponen de 50 a 80 huevos por postura y su diámetro es de aproximadamente 3 mm., aunque los del género “Achatina”, ponen hasta 1000 huevos al año y su diámetro es mayor llegando a los 10 mm. Se desarrolla bien dentro de temperaturas que van, desde los 18° a 20° C. y con una humedad ambiental del 70 al 80%, es por esta razón que los mismos generalmente salen después de llover. Básicamente en condiciones ambientales normales, puede calcularse que cada caracol (la especie “Hélix aspersa”) genera aproximadamente por año 1 kilo de caracoles (100 caracoles), que el peso promedio de un caracol adulto llega hasta los 15 gramos, y que el tamaño del caparazón varían desde 1,5 mm. hasta los 50 mm. de diámetro. Por otra parte los del género “Achatina”, (como la especie del gigante africano “Achatina fulica”), llegan hasta los 300mm. de diámetro.

La helicicultura tiene como objetivo la producción de caracoles terrestres, para el consumo humano y la demanda mundial crece día a día en un año se requiere cubrir el difícil de 75.000.000 de kilos.

El caracol común es una especie que está presente en los cinco continentes, demostrando una extraordinaria capacidad de adaptación en prácticamente todos los climas. Estando presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad, no sólo siendo parte de la alimentación, sino que como elementos importantes dentro de las religiones, las artes, la medicina y las tradiciones de diferentes culturas a lo largo de la historia.

En lo referente a su papel dentro de la alimentación humana, se sabe con certeza que formaron parte de la dieta del hombre prehistórico. Grandes consumidores de caracoles fueron los griegos y los romanos.

En términos generales, para nadie en el mundo resulta habitual el consumo de caracoles en prácticas culinarias. Fuera de identificarlos perfectamente desde nuestra temprana infancia, no existe un conocimiento popular que nos permita saber de sus potenciales en nuevos negocios y sus bondades como bocados, salsas y sopas. Sin embargo, esa realidad difiere bastante en Europa, donde un conocimiento mayor y una práctica cultural de centenares de años han derivado en que varias ciudades ofrezcan verdaderas exquisiteces teniendo como atractivo principal un buen número de caracoles bien sazonados. A su vez, podemos distinguir dos tipos de producción a la hora de tomar iniciativa en la cría y comercialización de estos animales mediante un modelo de producción Extensivo y otro Intensivo, los cuales pasaremos a detallar más adelante.

Todo este panorama, que pasaremos a desarrollar, nos muestran que estamos frente a una actividad con un potencial incalculable en nuestro país, con vista directa a la exportación, bajo la seguridad de precios internacionales y mercados demandantes desde el viejo continente europeo y china.